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El arte del vidrio: la magia de Iittala
Una artesanía guiada por la experiencia y la tradición
Desde el balcón para visitantes de la fábrica de vidrio Iittala, se puede presenciar lo que parece una rutina coreografiada con precisión. En el balcón hace calor, pero cerca de los hornos, marcados con el logo de Iittala, la temperatura es aún más alta. Es aquí, en el corazón de la fábrica, donde la cristalería toma forma.
Los artesanos se mueven de una estación a otra de manera familiar y coordinada. El ritmo es suave, pero los movimientos son precisos. En una parte del taller, se está creando la última adición de Iittala, la colección Solare, mientras que tres sopladores de vidrio se turnan, casi de manera inmediata, para soplar una figura Butler parte de la colección Birds by Toikka. Pieza por pieza, se sopla, se deja enfriar y se moldea, todo en una interacción que recuerda a una coreografía, guiada por la experiencia y la tradición.
Un legado que brilla desde 1881
La fábrica de vidrio Iittala ha estado en funcionamiento desde 1881. A una distancia de aproximadamente 90 minutos en coche desde Helsinki, se encuentra la tranquila comunidad donde los hornos nunca se apagan. En la sala de control, que recuerda a una escena de una película de los años 80, el sistema se monitorea las 24 horas del día, sin excepción. Cuando la arena se convierte en vidrio, la temperatura adecuada es de suma importancia. Todo el año, el fuego se mantiene vivo como un flujo constante de la tradición y la artesanía del moldeado finlandés.
¿Sabías que la arena finlandesa toma un bonito color verde de forma natural cuando se convierte en vidrio? Para lograr otros colores, la arena debe ser importada de Bélgica y mezclada con diversos aditivos. Los tonos rojos son los más exigentes, ya que se necesita la mezcla exacta de colores.
Alrededor de la fábrica, que es impresionante, por decir lo menos, nos reciben el hormigón, el agua, la arena y el fuego: industrial, humana, impresionante. Cuando Iittala cambió su identidad visual en 2024, estallaron las redes sociales. El clásico logotipo rojo fue reemplazado por amarillo, un color que para algunos representaba una ruptura con la tradición, pero una elección deliberada para otros. Una visita a la fábrica deja claro: el color no es casualidad.
Una nueva identidad, nacida de la pasión por el vidrio
A la gente nos cuesta lidiar con el cambio, así que cuando una de nuestras marcas de diseño nórdico más queridas de repente desechó su icónico y apreciado logotipo rojo, muchos se alarmaron. Sin embargo, un simple paseo por la fábrica de vidrio de Iittala es suficiente para arrojar algo de luz sobre lo que Janni Vepsäläinen, su directora creativa, quería lograr. El nuevo logotipo amarillo no solo es visualmente llamativo, sino que también representa el fuego que mantiene vivos los hornos; es el color de las barandillas; las señales de advertencia en la fábrica. Son estos los detalles que reflejan la intensidad de la vida diaria. La tipografía lleva el nombre de Aino Aalto, un homenaje a una de las grandes compositoras de Iittala, y de alguna manera captura la creatividad, el trabajo arduo y la artesanía que ha perdurado en el corazón de Iittala desde 1881.
Emergiendo de las brasas, la nueva era de Iittala se inspira en la propia vida cotidiana de Iittala.
Un encuentro de madera y fuego
En las partes más tranquilas de la fábrica, los carpinteros trabajan en transformar la madera local en moldes que se almacenan en un lago cercano. Estos moldes de madera se usaron para crear los jarrones Aalto hasta la década de 1950 y ahora solo se emplean en ediciones especiales. ¿Pero por qué? La respuesta está en la producción. Se tarda de tres a cuatro días en hacer un molde de madera, que luego solo se utiliza durante dos días, ya que el molde cambia ligeramente cada vez que se hornea.
Con un molde de metal, el objeto se sopla en su lugar y luego se deja en el molde para enfriarse. En cambio, un objeto hecho en un molde de madera debe ser levantado y remodelado varias veces, y luego se deja enfriar lentamente. Es un proceso de fabricación que es tanto arte como tecnología. Si la masa de vidrio, que supera los 1000 grados, toca las superficies del molde por demasiado tiempo, el molde de madera se vuelve inutilizable.
Fuego, agua y manos forman el jarrón Alvar Aalto.
Una tradición viva
Pocas marcas de diseño están tan presentes tanto en los momentos simples de la vida cotidiana como en las celebraciones especiales, como lo está Iittala. Es la respuesta obvia a la pregunta: "¿Con qué debo poner la mesa?" o "¿Qué regalar?"
Recorrer la fábrica de vidrio Iittala es vislumbrar algo más grande que la simple producción de vidrio. Es un encuentro entre la historia y el presente, entre las manos humanas y el fuego. Una tradición viva donde cada objeto lleva consigo un pedacito de Finlandia y la precisión que caracteriza a Iittala.
